La artroscopia es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva, que permite visualizar y reparar las lesiones intrarticulares a través de unas pequeñas incisiones de 3 mm. La visualización intrarticular se transmite a través de una microcámara a un monitor de TV permitiendo al cirujano realizar la intervención. Precisa de un ingreso de 24 h.
Los ligamentos cruzados anterior y posterior son estabilizadores de la rodilla. Las roturas se producen habitualmente al realizar un giro brusco en flexión. En roturas parciales o completas que no generen una inestabilidad importante, hay que valorar como posibilidad el tratamiento conservador.
En cada rodilla existen dos meniscos: interno y externo. Son hemianillos de un tejido denominado fibrocartílago. Se pueden lesionar por causa degenerativa o por un simple mal gesto, frecuentemente realizado durante una práctica deportiva.
El tratamiento de la ruptura meniscal se realiza por artroscopia, pudiendo repararse o extirparlo parcialmente.